Tu Vaso - Su Poder

Por Ray C. Stedman


Aquí en 2 Corintios, capítulo 4, estamos examinando uno de los pasajes más claros en la Biblia, a mi parecer, que declaran el proceso por el cual se libera el poder de Dios entre nosotros; todos quieren que eso suceda. Sin embargo, me preocupa cada vez más la ignorancia de los cristianos, no sólo en otros lugares sino aquí también, en cuanto a su verdadero poder. Estamos rodeados de evidencias de decadencia en la sociedad, de una corrupción cada vez mayor, de la desintegración de la personalidad, del dolor, de las tinieblas y de la desesperación que son cada vez mayores. Pero todo el tiempo escucho a Jesús diciéndonos, "Vosotros sois la sal de la tierra",{Mt. 5:13}.

La sal está diseñada para detener la corrupción, así que Su palabra para nosotros es, "Vosotros los cristianos sois la sal de la tierra. Podéis detener este tipo de cosas. Si hay oscuridad moral alrededor, de tal modo que las personas no saben la diferencia entre el bien y el mal, y están ciegas a lo que está sucediendo, vosotros sois la luz del mundo, y vuestra luz puede disipar las tinieblas".

Por supuesto, dice Él, nuestra sal ha de tener sabor; tiene que ser salada. No podemos simplemente ponernos una fachada de que somos salados. Tenemos que ser salados, es decir, debemos tener la vida y el poder divinos obrando en nosotros, porque la sal sin sabor no es buena para nada. Y Jesús dijo que la luz tiene que ser visible. Tenemos que ponerla sobre una colina para que se pueda ver. Nadie enciende una lámpara y la pone debajo de un almud. No podemos vivir aislados del mundo que nos rodea. Tenemos que estar fuera, en medio de él.

Pablo ha estado describiendo su ministerio en términos de combate directo con lo que él llama el "dios de este siglo", el ser invisible detrás de estas tinieblas y de esta corrupción, el que, tal y como Pablo lo puso en el pasaje que vimos la semana pasada, "ha cegado el entendimiento de los incrédulos", {2 Co. 4:4b}. Pero a medida que Pablo vive y habla a la luz del hecho de que Jesús es el Señor, entonces la luz comienza a salir de las tinieblas del mundo. Ése es el proceso de Dios. En los versículos 7-11 del capítulo 4 hay una descripción detallada en cuanto a cómo ejercitar el poder de Dios: y los versículos 12-15 describen cómo exhibir la gloria de Dios. De eso es de lo que trata la vida. Los cristianos son cristianos para ejercitar el poder de Dios y mostrar Su gloria. De eso es de lo que Pablo está hablando aquí.

Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la extraordinaria grandeza del poder sea de Dios y no de nosotros. {2 Co. 4:7}

En primer lugar, obviamente es el programa intencional de Dios de que Su gran poder se exhiba a través de "vasos de barro". Ese término no es muy halagador. Un vaso de barro no es sino un vaso de arcilla, eso es todo, sin embargo, es un término bellamente descriptivo para la humanidad básica. Todos nosotros, en un sentido, no somos sino vasos de arcilla, aunque tal vez algunos tengan una arcilla un poquito más fina que los demás. Ustedes saben, la arcilla puede trabajarse y convertirse en bella y frágil porcelana, la cual, por supuesto, se rompe fácilmente. ¡Algunos de nosotros ya nos hemos roto! (Me cuentan que están desarrollando una ciencia aquí en California, llamada "psicocerámica". ¡Trata acerca de vasos rotos!) Otros son más duros y resistentes. Están hechos de barro de adobe, cocidos al sol (tal vez medio cocidos). Pero ésta es nuestra humanidad. No somos sino vasos de arcilla.

Un vaso, o una vasija, se hacen para contener algo. Esta es una bella figura a usarse, porque algo básico en nuestra humanidad es que no estamos diseñados para operar por nuestra propia cuenta. Fuimos hechos para contener a alguien; y ese Alguien es Dios mismo. La gloria de la humanidad de la que nunca podemos escapar es que de alguna manera Dios nos diseñó para corresponder a Su deidad; y que Su maravillosa deidad, con su plenitud y su sabiduría y su poder debían de alguna manera relacionarse con nuestra humanidad básica, corresponder a ésta, y manifestarse a través de ella. Somos vasos de barro, y eso es de lo que Pablo está hablando - vasos de arcilla. Es muy probable que esté pensando en esa historia en el Antiguo Testamento acerca de Gedeón, quien fue llamado por Dios para librar a Israel de las manos de las huestes de Madián que habían invadido el país. Gedeón no era sino un miembro poco conocido de una de las tribus más remotas de Israel. No tenía reputación, se consideraba a sí mismo inferior a cualquier otra persona, y sin embargo, Dios lo llamó para que librara a la nación.

Cuando 32,000 hombres se reunieron para ayudarlo, Dios redujo el número a 300. (Algunos de ustedes recuerdan la descripción gráfica de Ron Ritchie de ese incidente cuando predicó aquí recientemente. Debería tener a Ron aquí para que les ilustre esto a ustedes). Dios les dijo que tomaran cántaros, vasos de arcilla comunes, pusieran antorchas dentro de ellas, y en la oscuridad de la noche, que rodearan el campamento madianita. A la señal del sonido de las trompetas, ellos habían de quebrar los vasos para que las luces saltaran por todos lados. Cuando hicieron eso, el ejército madianita se desmoralizó. De repente vieron luces que saltaban por toda la ladera de la montaña. Pensando que un ejército los habían rodeado, los madianitas entraron en pánico y comenzaron a matarse unos a otros. Esa historia tiene gran importancia para nosotros, porque realmente nos está contando que si comenzamos a vivir sobre la base del nuevo pacto, actuando y viviendo como que Jesús es el Señor, con el control sobre todo en nuestra vida y en la vida de todo el mundo, podemos desmoralizar a los antagonistas del cristianismo y éstos comenzarán a atacarse unos a otros.

Yo he visto pasar esto. Los cristianos ya no tienen que pelear batallas campales y duras, por cuanto a menudo la batalla está ganada. Eso es lo que Pablo está diciendo aquí. El propósito de Dios en la vida de ustedes y en la mía es que vivamos de tal modo que las personas quedan realmente perplejas cuando nos vean. Ellas dicen, "No lo entiendo. Conozco a esta persona. Él (o ella) es tan común; no hay nada sobresaliente en él (o ella), y sin embargo, lo que sucede cuando van por la vida es tan extraordinario que simplemente no lo entiendo". Ellas pueden ver que el poder no proviene de nosotros; proviene de Dios. Pablo prosigue describiendo la manera en que esto va a darse, en los versículos 8-9:

Afligidos en todo, pero no agobiados; perplejos, pero no desesperados; perseguidos, pero no abandonados; derribados, pero no destruidos; {2 Co. 4:8-9}

Me gusta la manera gráfica en la que William Barclay traduce estos versículos:

A cada momento nos presionan dolorosamente, pero no nos encierran; estamos desesperados, pero nunca sin esperanza; los hombres nos persiguen, pero Dios nunca nos abandona; nos derriban, pero no nos noquean. {2 Co. 4:8-8 Wm Barclay}

Noten la debilidad del "vaso" aquí, y la trascendencia del poder. "Trascendente" significa "más allá de lo común". El poder de Dios no es común. Es diferente a cualquier otra clase de poder que conozcamos. Por lo tanto, es algo equivocado esperar que se haga dramáticamente visible. Es un poder silencioso que se libera en maneras calladas, y sin embargo, lo que logra es algo fabuloso. He aquí la debilidad del vaso: "Nos presionan dolorosamente; estamos desesperados, nos persiguen, nos derriban". Por el otro lado, he aquí el poder trascendente: "No nos encierran; nunca estamos sin esperanza; nunca abandonados, y nunca nos noquean". Ésa es la manera que Dios espera que vivamos. Lo extraordinario, y el lugar donde se da la lucha demanda de estas dos cosas. La debilidad es necesaria para poder tener la fuerza. Eso es lo que no nos gusta. Todos queremos ver el poder de Dios en nuestras vidas, pero queremos que salga de circunstancias tranquilas, apacibles y calmadas. Queremos ir por la vida protegidos de todos los peligros y de todas las dificultades.

¿Recuerdan cómo lo describí hace unas cuantas semanas? Queremos ser como los piratas del Caribe en Disneylandia. Queremos pasar por la vida en nuestros botecitos, deslizándonos a través de todas las dificultades. Parecen como si fueran a atraparnos, pero nunca se acercan. Salimos a salvo por el otro extremo sin un cabello de nuestra cabeza que esté fuera de su lugar, sin ninguna dificultad real en absoluto. Pero no es eso lo que Dios tiene en mente. Hemos de tener dificultades, aflicciones y persecuciones. Ése es el objetivo. Debiéramos esperar a que nos "presionen dolorosamente", a que "estemos desesperados", a que nos "persigan", y a que nos "derriben, pero a que nunca nos noqueen".

Me ha interesado saber lo que últimamente le ha pasado a Bob Dylan. Ustedes saben que él se ha convertido y ha escrito algunas canciones cristianas. Ahora está dando conciertos aquí en esta zona, y si ustedes han leído algunas de las críticas, verán cuán molesto está el mundo con él porque ahora es cristiano. Todo el antiguo talento está allí, el mensaje que transmite tiene más significado que nunca, y sin embargo, los críticos están furiosos con él. Lo están persiguiendo por el nombre de Jesús; su posición como cristiano está siendo atacada por todos lados.

Esto es lo que Dios espera de nosotros. Y ni siquiera se nos permite elegir el escenario de nuestro propio martirio. No podemos revisar la lista y elegir, "Bueno, tendré unas cuantas aflicciones, pero no quiero que me derriben". Recibimos lo que Dios manda. Tenemos que pasar por lo que sea que Él quiera. Pero nunca hemos de ser noqueados, ése es el objetivo.

Pablo dice que no hemos de estar protegidos de la vida. Desearía que pudiéramos superar esa idea. Sé que es difícil porque la religión "folklórica", como la llamaría Jack Crabtree, a la que constantemente estamos expuestos hoy, nos dice otra cosa. Nos dice, "Si eres cristiano(a), Dios te guardará de todos estos peligros y problemas. Vaya, ni siquiera te vas a enfermar. Si en verdad eres cristiano(a) no padecerás enfermedades físicas; los problemas se evaporarán y nunca llegarán a ti".

Esto es absolutamente falso. Los cristianos pueden tener cáncer, pueden sufrir un colapso económico, pueden pasar por dificultades, pueden sufrir separaciones familiares, pueden pasar por divorcios, por problemas de todo tipo. Claro que pueden. A pesar de todo lo que hagan, sin importar cuán cerca caminen del Señor, pueden tener estas dificultades porque a partir de ellas Dios quiere demostrar una actitud diferente, una reacción diferente a la que las demás personas tienen. Él quiere demostrar que hay un amor, un gozo, y una paz obvios en nuestra vida que nunca pueden explicarse en cuanto a nosotros, sino que siempre deben explicarse sólo en cuanto a Dios que está obrando en nosotros.

Incluso eso no es algo automático, porque conozco a muchos cristianos que están pasando por alguna aflicción y a menudo esto los deja abatidos; pasan por situaciones de desconcierto que los llevan a la desesperación; son perseguidos; se sienten abandonados; son derribados y a menudo, en algún momento quedan noqueados por semanas y por años. ¿Qué hace la diferencia? La respuesta de Pablo está en los versículos 10-11. Aquí tenemos una maravillosa exposición del proceso de caminar en victoria:

...llevando siempre en el cuerpo por todas partes la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestro cuerpo. {2 Co. 4:10}

Noten que la "vida de Jesús" siempre depende de la "muerte de Jesús". En nuestra experiencia, debemos tener la "muerte de Jesús", a fin de tener la "vida de Jesús".

Porque nosotros que vivimos, constantemente estamos siendo entregados a muerte por causa de Jesús, para que [a fin de que] la vida de Jesús se manifieste en nuestro cuerpo mortal. {2 Co. 4:11}

Por supuesto, lo que queremos es la "vida de Jesús"; cada uno de nosotros quiere ser como Él. Pero el poder de Dios es el milagro que los demás ven en nosotros, el carácter y la vida de Jesús que emergen en medio de nuestras presiones y pruebas. Siempre me ha divertido y desafiado el versículo en Colosenses 1, en donde Pablo ora para que sus amigos en Colosas sean "fortalecidos con todo poder según la potencia de Su gloria", {compare Col. 1:11}. ¿Para qué van a usar todo este poder? Parece como si Pablo debiera decir, "Para que podáis ir haciendo grandes milagros; para que podáis asombrar a las personas con el tremendo magnetismo de vuestra predicación y enseñanza, y os sigan grandes multitudes, causando un gran impacto". Pero no es eso lo que él dice en absoluto. Él dice, "[Oro para que seáis] fortalecidoscon todo poder según la potencia de Su gloria, para obtener toda perseverancia y paciencia, con gozo", {Col 1:11}. Se requiere de poder para eso; allí es donde la vida y el poder de Dios se hacen manifiestos. Ésa es la "vida de Jesús".

Hay una nueva película que ha salido, llamada Jesús. No la he visto, aunque espero hacerlo, pero todas las personas con las que he hablado y que la han visto me han dicho que es una película maravillosa. Es muy fiel al registro de las Escrituras, y las personas salen en silencio, casi pasmados por la figura de Jesús. Al leer por entero los evangelios, el Espíritu de Dios pone ante los ojos de nuestra mente una figura mucho más bella y maravillosa, tal vez, de Su carácter y de Su vida. Vemos Su corazón compasivo, Su belleza moral que atraía a las personas por dondequiera que fuera. Vemos la serenidad de Su espíritu, cómo se desplaza en cada situación de ira y de descontento con calma y quietud. Vemos Su voluntad disciplinada y Su obvio gozo en la vida. Ésa es la "vida de Jesús", y eso es lo que queremos, ¿no es cierto?

¿Cómo la obtenemos? Bueno, ésta es la forma. El secreto, dice Pablo, es que consintamos en compartir la muerte de Jesús, "llevando siempre en el cuerpo por todas partes la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestro cuerpo". ¿Qué quiere decir con la "muerte de Jesús"? Ustedes saben que no se refiere a que tenemos que salir y hacernos clavar a una cruz. Pero esa cruz es un símbolo muy real en nuestra experiencia. ¿Cómo era Jesús en la cruz? No era poderoso, ni impresionante, ni significativo; no estaba siendo aplaudido por las multitudes que escuchaban cada una de Sus palabras. No. La cruz era un lugar de debilidad física, de rechazo por parte del mundo orgulloso y arrogante a Su alrededor. Era un lugar de oscuridad, un lugar donde Él estaba dispuesto a perder todo lo que había construido y a confiar en que Dios se lo devolvería y lo haría algo importante. De eso es de lo que estamos hablando.

¿Están ustedes dispuestos a renunciar a todo aquello que los hace verse importantes ante otras personas, a tomar el lugar de la oscuridad, si es necesario, confiando en que Dios lo usará como Él quiera? Ésa es la "muerte de Jesús". Hoy nos atacan por todos lados con el culto al potencial humano. Grupos como el Est, el Análisis Transaccional, la Meditación Trascendental, y otros, dicen que necesitamos encontrar algunos recursos ocultos dentro de nosotros con los que podemos contar. Debemos desarrollar estos recursos, y entonces encontraremos que nuestra confianza y nuestra capacidad para manejar la vida están creciendo. Podemos estar por encima del montón si enviamos $ 250 y pasamos un fin de semana con ellos.

Las personas están creyendo eso por todos lados. Y parece funcionar. Ése es el problema. Muchos de ellos sí encuentran una nueva fuente de confianza, una nueva capacidad para funcionar, para causar un impresión mucho mayor en los demás, pero todo se revela en este momento: La medida del éxito de ellos se basa en el grado en el que alguien más los reconoce.

Estas sectas descaradas ahora proclaman esto a nuestro alrededor, así como también lo hacen las versiones cristianizadas de ellas que toman las palabras de la Biblia y las canciones y los himnos cristianos y les ponen una cubierta y las presentan como una manera "cristiana" de hacer esto. Pero sigue siendo lo mismo de antes, que sale para la gloria de la persona, y que la llama a depender de sus propios recursos y capacidades naturales para tener éxito.

Pero el evangelio cristiano trasciende todo eso. Eso es precisamente lo que la "cruz" dice que tiene que morir. Hemos llegado al final de nuestra dependencia de nosotros mismos y dependemos de la disposición de Dios a obrar en nosotros, sin fogonazo o demostración alguna, sino en maneras amorosas y silenciosas para cambiar todo nuestro carácter hasta que éste sea como el de Jesús en medio del rechazo y de la falta de reconocimiento. ¿Están dispuestos a hacer eso? Si es así, pueden tener la "vida de Jesús".

Aquí es donde luchamos, ¿no es así? Queremos el poder de Dios, pero también queremos recibir el crédito por ello. Si Dios hace algo a través de nosotros, queremos tener la certeza de que se escribirá una reseña acerca de nosotros en la revista Christianity Today (Cristianismo Hoy). Si algo sucede entre nosotros, en nuestro hogar, o en nuestra familia, queremos que se sepa que pasamos muchas horas orando por ello, que aconsejamos a fulano de tal o cual manera servicial y útil. Queremos intervenir y recibir el crédito todo el tiempo.

Queremos la "vida de Jesús" pero también queremos la satisfacción de nuestra propia carne. Queremos tener un espíritu sereno y un corazón gentil y compasivo, pero también queremos el gozo de regañar a las personas cuando éstas están fuera de línea. Ése es un gran placer, ¿no es cierto? ¿No es asombroso cómo queremos estar libres de preocupaciones, cómo queremos tener un espíritu apacible y sereno en cuanto al futuro, pero al mismo tiempo, insistimos en el placer de preocuparnos? Disfrutamos preocupándonos; nos sentimos mucho más realizados si nos hemos preocupado un rato, que al menos hemos hecho nuestra parte. Algunas veces les decimos a las personas, "Si yo no me preocupo, ¿quién lo hará?" como si alguien tuviera que preocuparse o sino nada se logra correctamente.

Ése es nuestro problema, ¿no es así? Queremos el reino de Dios, pero también queremos nuestros propios derechos personales. Pero no podemos tener ambas cosas. Allí es dónde nos lleva el nuevo pacto, "llevando siempre en el cuerpo por todas partes la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestro cuerpo".

Allí es donde el versículo 11 nos ayuda, porque Dios se hace cargo. Allí Pablo dice, "Porque nosotros que vivimos [no después de nuestra muerte, sino mientras estamos vivos] constantemente estamos siendo entregados a muerte por causa de Jesús". El versículo 10 es una elección consciente que hacemos en donde acordamos renunciar a nuestro deseo personal de reconocimiento y de importancia, etc., a fin de permitir que Dios nos lo devuelva de una manera correcta. Pero el versículo 11 nos dice que existen circunstancias en las que Dios nos pone, en donde tenemos que morir, sea que nos guste o no.

¿Se han encontrado en esas circunstancias recientemente, en donde, no importa lo que hicieran, parecía que no podían recibir gloria o crédito alguno para ustedes? Allí es exactamente donde Dios nos quiere, porque en esos momentos de presión desmesurada, de dolor, de desesperación, y de pena, y en esa sensación de estar siendo desperdiciados y no utilizados, Dios está obrando Su voluntad. Tal vez otras personas están recibiendo vida debido a la muerte por la que ustedes están pasando. En un minuto, Pablo hablará más acerca de eso.

Quiero decirles que justo ahora estoy pasando por un momento como ése, y no se siente bien. No se siente mucho triunfo ni victoria, pero justamente ése es el objetivo. Hemos de ser llevados en triunfo por Cristo, sin importar cómo nos sintamos en el momento. Es Su obra la que lo hace, no la nuestra. Eso es lo que Pablo nos llama a hacer. A menudo, incluso el mundo reconoce este poder trascendental dentro de nosotros. En un sentido, Dios a veces obliga al mundo a que rinda tributo a este tipo de vida. Ésa es la razón por la que Martín Lutero, aunque se sintió abandonado e indefenso en el momento, se atrevió a enfrentarse a todo el poder secular y sagrado de su tiempo a favor de la verdad de Dios. Finalmente, él se convirtió en el hombre más conocido y reconocido de su época, y se ha convertido en uno de los grandes nombres de la historia. Una Madre Teresa puede entregarse a las barriadas de Calcuta, y sin anhelar o esperar reconocimiento y honor en absoluto, de repente la eligen para que reciba el Premio Nóbel. Dios puede devolver honor si quiere, pero debemos tener la disposición a renunciar a él para nuestro propio provecho. Pablo mira hacia el futuro para ver lo que sucederá con toda la iglesia cuando esto comienza a suceder entre nosotros. Versículo 12:

Así que en nosotros obra la muerte, pero en vosotros, la vida. Pero teniendo el mismo espíritu de fe, según lo que está escrito: CREÍ, POR TANTO HABLÉ, nosotros también creemos, por lo cual también hablamos; {2 Co. 4:12-13}

Aquí él está citando al Salmo 116, en donde el salmista declara por fe que las pruebas y las presiones por las que pasa van a tener algún efecto e impacto en su entorno. Todavía no puede verlo, pero dice que va a ser verdad porque Dios lo ha dicho. Allí es donde está Pablo. Él dice, "Todavía no veo la vida en vosotros, pero sé que está llegando. Pasamos por la muerte; pasamos por la presión y por el dolor, pero va a tener un impacto sobre vosotros. Sé que está viniendo porque ése es el tipo de Dios al que servimos".

...sabiendo que aquél que resucitó al Señor Jesús, [ése es el Espíritu de Dios] a nosotros también nos resucitará con Jesús, y nos presentará [ved cómo eso se relaciona con el versículo 12] juntamente con vosotros. {2 Co. 4:14}

La confianza de Pablo desarrolla que ésta es la naturaleza del cuerpo de Cristo. Compartimos la vida unos con otros, y a medida que uno se ensimisma en el servicio costoso, la vida se hace visible en otra persona. Todos sabemos cómo puede suceder esto, incluso dentro de una familia. Los padres se entregan por años a fin de que sus hijos disfruten de cosas. Podemos hacer esto unos con otros en el cuerpo de Cristo. Podemos soportar la soledad de la oración, y la fidelidad de defendernos y respetarnos unos a otros, la dificultad de aconsejarnos unos a otros y, como resultado de ello, ver cómo la vida llega a otra persona. Pablo concluye esto en el versículo 15 con una maravillosa ilustración que muestra de dónde viene todo esto:

Porque todo esto es por amor a vosotros, para que la gracia que se está extendiendo por medio de muchos, haga que las acciones de gracias abunden para la gloria de Dios. {2 Co. 4:15}

Noten como qué sale - como una mayor acción de gracias. Se nos dice hoy que si sacamos ciertas expresiones de alabanza de la Biblia, "Alabado sea el Señor", "Aleluya", "Alabado sea Jesús", y las decimos una y otra vez en momentos de dolor, podemos obligar a Dios a que nos libre de nuestra prueba; lo manipulamos usando la alabanza. Pablo no está hablando de eso. Él está hablando acerca de personas que han pasado por un gran pesar, por una profunda pena, por un verdadero dolor, pero en medio de ello han buscado a Dios para que les dé fuerzas y han encontrado Su consuelo. Han conocido Su amor y han confiado en éste, y el resultado es que ha habido tal gozo, paz y fortaleza interiores en medio de la prueba que no pueden evitar, pero le dan gracias a Dios de que ella haya ocurrido.

Hace algunos años recorté una carta de la revista Decision (Decisión) de Billy Graham, la cual era un testimonio maravilloso. No sé si ésta fue escrita por un hombre o una mujer, porque sólo se publicaron las iniciales del autor:

"Por mucho tiempo he estado amargo(a) con la vida. Parecía que ésta me hubiera hecho una jugada sucia, porque desde los 12 años he estado esperando a que la muerte me cerque. Fue en ese momento cuando supe que sufría de distrofia muscular. Luche mucho contra esta enfermedad y me ejercité mucho, pero fue en vano. Sólo me debilité. Todo lo que podía ver era lo que había perdido. Mis amigos se habían ido a la universidad, luego se casaron y comenzaron a tener sus propias familias. Cuando me echaba en cama en la noche, pensando, la desesperación se deslizaba desde los rincones oscuros y me perseguía. La vida no tenía sentido. En marzo del año pasado, mi madre trajo a casa de la biblioteca pública el libro de Billy Graham, World Aflame (El Mundo en Llamas).Comencé a leerlo, y mientras lo leía me di cuenta que quería a Dios. Quería que hubiera un significado para la vida. Quería recibir esta fe y paz profundas. Todo lo que sé es que ahora mi vida ha cambiado y ahora tengo gozo en mi vida. El universo ya no es un lugar caótico. La vida ahora tiene un objetivo. Ahora hay esperanza. En vez de ello hay "God who loved the world that he gave his only Son that whoever believes in him should not perish but have eternal life". Sigo debilitándome. Estoy cerca de quedar totalmente imposibilitado(a) y siento dolor la mayor parte del tiempo, pero algunas veces estoy tan feliz de estar vivo(a) que me es difícil evitar reventar. Por primera vez puedo ver la belleza que está a mi alrededor, y me doy cuenta de lo muy afortunado(a) que soy. La desesperación es semejante pérdida de tiempo cuando hay gozo; y la falta de fe es semejante pérdida de tiempo cuando está Dios".

Ése es el tipo de acción de gracias que glorifica a Dios. De en medio del dolor, de la presión, del dolor, y de los desconciertos, viene un gozo, una fuerza, una fe, y un amor que claramente expresa que el poder no proviene de nosotros, sino de Dios. Eso es lo que impresiona al mundo. Que Dios nos ayude a vivir así.

Oración

Señor, sé que hay muchas personas aquí que pasan por luchas y presiones, por peligros y pruebas. Cuán ardientemente nuestros corazones anhelan clamar a Ti para que nos libres de ellos, para que los quites, para que no permitas que pasemos por ellos. Más bien, Señor, que aprendamos esa maravillosa actitud de nuestro Señor Jesús, "Si es posible, que pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú quieras". Oramos en el nombre de Jesús. Amén.


 BOSQUEJO DE 2 CORINTIOS 4:7-15
1. La Experiencia Presente       
   A. Ejercitando el Poder de Dios, 7-11            
      1. Un plan deliberado, 7                 
         a. vasos de barro                      
         b. poder trascendental                   
      2. Una experiencia frecuente, 8-9                           
         a. aflicciones                         
         b. desconciertos                         
         c. persecuciones                         
         d. catástrofes                 
      3. Un resultado glorioso y seguro, 10-11                         
         a. una elección interna, 10                         
         b. una circunstancia externa, 11  
   B. Exhibiendo la gloria de Dios, 12-15           
      1. La unidad del cuerpo, 12-14                 
         a. ayudándonos unos a otros, 12-13                   
         b. por medio del Espíritu, 14           
      2. La alabanza del Cuerpo, 15                   
         a. resultados de la gracia                   
         b. glorifica a Dios

Título: Tu Vaso - Su Poder
Por: Ray C. Stedman 
Serie: Estudio de 2 Corintios
Versículo: 2 Co. 4:7-15
Mensaje No: 8
Catálogo No: 3683 
Fecha: Noviembre 4, 1979